¿Por qué hacer prácticas?

El Máster en Museos: Educación y Comunicación dedica una parte de su programación a la realización de actividades prácticas por parte del alumnado. Tratándose de un estudio teórico-práctico, especialmente enfocado al mercado laboral y a la preparación de los futuros educadores y comunicadores de museo, no extraña que éste se considere un paso previo e indispensable a la búsqueda de empleo en los museos y empresas.

Durante las prácticas, los alumnos tienen la oportunidad de conocer a fondo el funcionamiento de un museo. Aunque la formación del este máster de la Universidad de Zaragoza está específicamente dirigida a los ámbitos de la educación y la comunicación, durante este periodo se llegan a realizar tareas muy diversas relacionadas con casi todos los ámbitos del museo, lo que aporta al alumno un conocimiento práctico mucho mayor.

Además, esta labor profesional supone el complemento perfecto a la teoría y conocimientos adquiridos durante el curso, por ser el momento de su aplicación más concreta. Durante el periodo de prácticas, además de observar «desde dentro» la labor diaria del museo, los alumnos pueden participar directamente del diseño de talleres y actividades educativas, así como tomar parte en su desarrollo, ejerciendo como verdaderos educadores de museo. Si el perfil del alumno se orienta más a la comunicación, dentro de la gran variedad de centros que poseen convenio con el máster, puede elegir un museo que cuente con un departamento fuerte en este ámbito, donde participar en la realización de planes de medios y la gestión de las redes sociales o ejercer de enlace entre la institución y los medios de comunicación.

En definitiva, se trata de que cada alumno, según su perfil particular, pueda desarrollar en la institución más apropiada una actividad que complete su formación y su especialización, para lo que cuenta, además, con un tutor dentro de la empresa en que se encuentre, así como con la supervisión de la Directora del máster. Esta experiencia supone, para la mayoría, el primer paso en el mundo del trabajo de los museos, a través de un empleo «diseñado» para que cada alumno pueda extraer el máximo beneficio.