¿Sabes qué es Espacio 0.42?

dic 22, 2013
eara

Dentro de las numerosas actividades realizadas como parte del Máster en Museos: Educación y Comunicación, se incluyen visitas especializadas que aúnan formación y ocio para los alumnos, para aprender de forma amena y práctica cómo es el trabajo de los museos: la gestión, las técnicas de musealización, educación y comunicación. Recientemente, fuimos al Espacio 0.42, un observatorio situado en Walka, llamado también Planetario de Huesca por la gente que lo frecuenta. Aquí pudimos observar de primera mano algunas de las visitas guiadas que los niños suelen recibir en el centro.

Al entrar, nos encontramos de frente con una réplica de la tierra con la luna orbitando en la mitad de la entrada.  Nuestra guía nos puso a pensar sobre las preguntas provocadoras que iba planteando, que giraban en torno a temas como el tamaño actual de la Tierra, la Luna y las estrellas. Estuvimos sorprendidos por descubrir la escala de distancia entre el modelo de la Tierra delante de nosotros, y la Luna.
Lo que pasó después fue una gran sorpresa. La guía nos llevó a una rampa descendiente que rodeaba la bola del mundo. A final de la rampa había una puerta que estaba conectada con la Tierra. Increíblemente, el modelo de la Tierra servía también como un teatro para observar las estrellas, en el que disfrutamos con un vídeo explicativo sobre las estrellas y su posición en el cielo. Esto fue seguido por otro vídeo que trataba de explicar nuestro sistema solar. Observamos que, aunque  el lenguaje era un poco técnico para niños, es un vídeo que todos pueden disfrutar y que ayuda a memorizar información importante.
A continuación entramos a una sala donde había un simulador. Esta simulación consistía en sillas que se movían al ritmo de  un vídeo en 3D. La experiencia consistía en salir de Huesca y entrar en los límites del espacio.  Fue una experiencia muy divertida.
Después de la desorientación de los movimientos producidos, tanto en el teatro como en la simulación, nos enseñaron unos potentes telescopios, que tenían la habilidad de mirar directamente al sol sin causar daño a los ojos del observador.  Lamentablemente para nosotros, el día estaba nublado y no pudimos observar el sol.
Más adelante, nos mostraron un aula pequeña al lado de los telescopios. Era una sala multiusos de conferencias y de desarrollo de actividades escolares. En esta habitación nos mostraron lo que hacen cuando el tiempo no permite la observación del sol.  Nos explicaron los aspectos diferentes de la superficie del sol, contaron  varias anécdotas científicas y nos mostraron cómo se muestra a los niños.
Fue una experiencia muy entretenida, en la que advertimos algunas limitaciones que tiene el observatorio. Una de las más chocantes es su localización. Está en un polígono industrial remoto, fuera de la ciudad de Huesca. Un segundo aspecto es la falta de publicidad. Hasta conocerlo en esta ocasión, yo misma no era consciente de que había un Planetario en Huesca.  Y por último, un gran problema para la mayoría fue que había un único recorrido que tiene que ser mostrado por una guía del observatorio. Esto limita bastante a los visitantes.
Sin embargo, aparte de estas observaciones, esta ha sido una experiencia inolvidable. Considero que se trata de un observatorio muy bien estructurado para alumnos jóvenes.
*Nicole Jeannette Mayes (California), Graduada en Historia por la Universidad de Navarra. Estudiante del Máster en Museos: Educación y Comunicación.