Ángel Gari es antropólogo y habitual colaborador del Máster en Museos. Pudimos disfrutar de sus experiencias de vida en II Congreso Internacional de Educación y Accesibilidad de Huesca. VIDEO. A los 7 años una meningitis le dejó paralizado y perdió la vista, conservando aún las nociones de profundidad, perspectiva del espacio visual, los colores y todo lo que eso significa.
Sus padres buscaron tratamientos en Alemania, Estados Unidos o Madrid y fue recuperando la movilidad. Aunque actualmente y desde hace 10 años Ángel no puede andar. En sus estudios universitarios, se interesó por temas desde la historia a la antropología, y fue poco a poco hacia la brujería y a las creencias populares. Su tesina contaba la historia de Pedro de Arruebo, brujo principal perseguido por la Inquisición. Y su tesis doctoral versó sobre la brujería y la Inquisición en Aragón en la primera mitad del s. XVII. Desde 1990 es el director del Museo de creencias y religiosidad popular del Pirineo, en la abadía de Abizanda. Su interés por los museos le ha llevado a visitar espacios de distinta temática, el arte tradicional y contemporáneo, la etnología, la historia de la escuela o la papiroflexia. Ha analizado desde su situación de invidente y de director de un museo local la problemática que supone la accesibilidad para las personas con discapacidad. Para él requiere una mención aparte el Museo tiflológico de la Once.
Una vida, una experiencia en accesibilidad
Ángel Gari es antropólogo y habitual colaborador del Máster en Museos. Pudimos disfrutar de sus experiencias de vida en II Congreso Internacional de Educación y Accesibilidad de Huesca. VIDEO. A los 7 años una meningitis le dejó paralizado y perdió la vista, conservando aún las nociones de profundidad, perspectiva del espacio visual, los colores y todo lo que eso significa.
Sus padres buscaron tratamientos en Alemania, Estados Unidos o Madrid y fue recuperando la movilidad. Aunque actualmente y desde hace 10 años Ángel no puede andar. En sus estudios universitarios, se interesó por temas desde la historia a la antropología, y fue poco a poco hacia la brujería y a las creencias populares. Su tesina contaba la historia de Pedro de Arruebo, brujo principal perseguido por la Inquisición. Y su tesis doctoral versó sobre la brujería y la Inquisición en Aragón en la primera mitad del s. XVII. Desde 1990 es el director del Museo de creencias y religiosidad popular del Pirineo, en la abadía de Abizanda. Su interés por los museos le ha llevado a visitar espacios de distinta temática, el arte tradicional y contemporáneo, la etnología, la historia de la escuela o la papiroflexia. Ha analizado desde su situación de invidente y de director de un museo local la problemática que supone la accesibilidad para las personas con discapacidad. Para él requiere una mención aparte el Museo tiflológico de la Once.